Baño Sauna de Infrarojo
Las saunas de infrarrojos son recomendadas por médicos y terapeutas para aliviar contracturas musculares y dolores en las articulaciones, entre otras cosas. A continuación te indicamos por qué es tan recomendable ésta práctica y cuáles son los beneficios de la sauna de infrarrojos.
Terapia de Calor o Termoterapia
La terapia de calor es una herramienta terapéutica basada en la aplicación de calor sobre el cuerpo y cuyo fin es aliviar el dolor. El calor se puede aplicar por varios métodos, siendo la terapia de calor por infrarrojos una de las más empleadas por su elevado grado de efectividad.
Las cabinas de saunas de infrarrojos están construidas con madera y llevan instalados unos paneles cerámicos o de fibra de carbono (o la combinación de ambos) que emiten calor y que están distribuidos en las paredes. Esta distribución permite que el calor llegue a todo nuestro cuerpo de una forma homogénea.
La sauna de infrarrojos apenas calienta el aire. Calienta tu piel directamente y ¡no hay vapor! La temperatura del aire no se eleva a temperaturas extremas, permitiéndote respirar normalmente y permanecer durante más tiempo en el interior de la sauna.
La profundidad de penetración del calor en la sauna de infrarrojos es mayor que la de la sauna de vapor. El calor penetra en el tejido muscular y es aquí precisamente donde actúan las propiedades beneficiosas de la terapia de calor.
Nuestros Saunas cuentan también cuentan con piedra volcánica para aromaterapia en la que se pueden agregar aceites o plantas medicinales.
Los aceites esenciales suelen utilizarse como complemento de los tratamientos tradicionales gracias a sus notables propiedades antiinflamatorias, antiinfecciosas (antibacterianas y antivirales) y fungicidas.